lunes, 9 de agosto de 2010

CULTIVO Y ELABORACION DEL TABACO

Largo y delicado resulta el proceso de elaboración de un buen cigarro puro, desde la plantación hasta el control de calidad, empaquetado, anillado, distribución y almacenamiento en un entorno adecuado de temperatura y humedad, pasando por la elección de las hojas para las distintas partes del cigarro y del propio torcido, llevadas a buen término por personal altamente cualificado, para que finalmente alguien que sepa apreciarlo disfrute fumando y deleitando de ese producto final, que no es otro que un excelente puro habano.

No me extenderé demasiado en este capítulo, ya que no es objetivo directo de esta sección, pero sí daré unas breves pinceladas sobre el proceso de cultivo, recolección y elaboración, así como algunas cifras de producción, calidad del tabaco y distribución geográfica de los cultivos.

Todo comienza en Septiembre, con la preparación del terreno y sigue poco después, en Octubre, con la siembra de los planteles de tabaco, unas pequeñas matas de unos 18 cm. de altura. Tras tres meses de continuo crecimiento, la planta llega hasta 1,70 o 1,80 m. como máximo, entonces se poda la yema superior de cada planta para limitar su crecida y fortalecerla. Luego se aguarda hasta principios de Abril a la recolección de la hoja. La recolección es el inicio de una fase que finalizará a los tres años con el torcido. Vamos a verlo a continuación con algo mas de detenimiento. Como se verá, a poco que se profundiza en el conocimiento de este delicado proceso de cultivo y elaboración artesana de un cigarro puro, nos apercibimos del gran esfuerzo que representa; quizá entonces ya no nos resulte tan caro como pudiera parecer a primera vista la compra de un buen puro habano artesano.

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